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Todo sobre las huellas digitales

LastPassJune 20, 2024
Todo sobre las huellas digitales

¿Qué es una huella digital?

Es prácticamente imposible que una persona pise la arena sin dejar huella. Aunque vuelva sobre sus pasos para intentar eliminar todo rastro, siempre quedará algo, por minúsculo que sea. Su huella puede ser tan pequeña como el ADN de una célula de piel muerta o tan grande como la marca de sus zapatos.

Lo mismo sucede con cualquier actividad online, que siempre deja una huella digital. En este artículo veremos qué es la huella digital de una persona y de una organización (y por qué es importante) y abordaremos otras cuestiones relacionadas:

  • Tipos de huellas, como activas y pasivas
  • Riesgos de seguridad y cómo mitigarlos
  • Prácticas recomendadas para gestionar la actividad online

Todo sobre las huellas digitales

Definición de huella digital

La huella digital, también conocida como “sombra digital”, es la información que una persona o empresa deja atrás cuando usa la red. Es un paraguas en el que cabe todo, desde las cookies y el código de seguimiento que los sitios web utilizan para los visitantes hasta los formularios rellenados online.

La importancia de la huella digital

La huella digital permite a las empresas legítimas identificarle, con o sin cookies de seguimiento. Esta información, por pequeña o anónima que sea, es lo que utilizan para crear su perfil. Esta práctica, que puede parecer invasiva, también tiene sus ventajas.

Una de las ventajas es que las empresas pueden ofrecer un mejor servicio y marketing adaptado. Por ejemplo, pueden generar contenidos dinámicos personalizados conectando sus actividades actuales con interacciones previas. Estos contenidos podrían ser productos que le gustan o un carro de la compra de una sesión anterior.

Otra ventaja son las transacciones seguras. Las empresas pueden usar la autenticación para verificar las operaciones al comprar.

Por último, la huella digital también permite el cumplimiento de la legislación. Por ejemplo, cualquier empresa con clientes en la Unión Europea debe cumplir el RGPD al recopilar, gestionar y compartir su información. Y un hospital puede saber si alguien ha infringido la HIPAA quejándose de un paciente en Internet.

Componentes de una huella digital

Una huella digital abarca cualquier información que permita identificar a un usuario o empresa. A nivel individual, puede tratarse de una dirección IP, datos de geolocalización, contraseñas o credenciales. En una empresa, incluiría todas las actividades, contenidos y recursos públicos y privados que están en Internet, como sitios web, bases de datos confidenciales y dispositivos web.

Tipos de huellas digitales

Huellas digitales activas y pasivas

Las huellas digitales activas incluyen todos los datos, recursos y actividades que una empresa controla directamente. En esta categoría entrarían por ejemplo:

  • Contenidos públicos con la marca de la empresa, como sitios web, redes sociales, publicidad, etc.
  • Información propiedad de la empresa, como IP, datos económicos o registros de clientes
  • Aplicaciones y servicios, incluidos los que están dirigidos a los clientes
  • Cualquier hardware o software que esté en la red de la empresa, como cuentas de correo, dispositivos propiedad de los empleados y aplicaciones en la nube

Las huellas digitales pasivas engloban las actividades, datos y recursos que tienen relación con la empresa, pero que no están bajo su control directo. En esta categoría encontramos:

  • Paquetes de software, actividades y recursos de proveedores y terceros
  • Aplicaciones y dispositivos que se conectan a la red de la empresa sin la aprobación directa del equipo de TI. Es lo que se conoce como “TI paralela”
  • Recursos de TI abandonados o inactivos, como redes sociales antiguas o software obsoleto
  • Artefactos maliciosos creados por ciberdelincuentes para perjudicar la empresa, como datos robados en la Dark Web o sitios web falsos
  • Contenidos sobre la empresa creados por personas externas a la organización, como artículos o reseñas de clientes

Seguimiento online y recopilación de datos

El seguimiento se produce cuando somos conscientes de que estamos usando un sitio y también cuando no. Por ejemplo, los servidores y los administradores registran una dirección IP cada vez que nos conectamos a Internet y, en la mayoría de los casos, las direcciones IP no cambian. Datos como el sistema operativo, el navegador y el hardware que utilizamos también se incorporan a nuestro perfil.

Las cookies dejan un poco de código para que los sitios puedan reconocernos en futuras visitas. La mayoría de las empresas piden a los usuarios que acepten sus cookies para recopilar, usar y guardar información en ese sitio web. Existe la opción de rechazarlo, pero en ese caso la experiencia en el sitio no será tan buena.

El seguimiento también se produce cuando nos suscribimos a una newsletter o hacemos una compra online. Es importante leer la política de privacidad de cada empresa para saber qué directrices aplican al recopilar y compartir información. Una vez que damos nuestro consentimiento, es difícil limitar qué datos concretos recopila y comparte.

Huellas en redes sociales

El alcance y la tecnología detrás de las redes sociales es tan potente que resulta fácil encontrar a una persona. Gestos como conectarse desde diferentes dispositivos o usar las credenciales de una red social para acceder a otros sitios web multiplican la trazabilidad digital. Cualquiera puede ver a nuestros amigos y contactos. Y no solo eso: también compartimos información personal publicando fotos y etiquetando personas y sitios.

¿Significa eso que tenemos que ir corriendo a desactivar nuestra cuenta de Facebook? No. Las redes sociales y otros canales online son demasiado omnipresentes como para ignorarlos. La clave es ser conscientes de cómo almacenan y comparten nuestros datos las empresas y también de cómo podemos gestionar el acceso a nuestra información.

Cómo gestionar la identidad digital

Ajustes y permisos de privacidad

Tenga mucho cuidado con sus ajustes de privacidad y los permisos que da a otros sitios web. Siempre que da información personal a una organización, su huella digital se hace más grande. Compruebe si puede acceder a los recursos de una empresa sin compartir sus datos. Es fácil hacer caso omiso de las advertencias del riesgo de usar Wi-Fi públicas, pero es importante no compartir información privada en este tipo de redes.

Instale siempre las últimas actualizaciones, ya que los hackers lo tienen más fácil para acceder a software y programas desfasados. Elimine sitios web, servicios y aplicaciones que ya no utilice. En las redes sociales, procure que sus cuentas sean privadas o fíjese muy bien en los ajustes de privacidad. Reduzca al mínimo imprescindible las organizaciones que tienen su información.

Control de la presencia online

Piense dos veces todo lo que hace o dice online: su huella digital se lo agradecerá. Evite una exposición excesiva, ya sea a través de comentarios, fotos o artículos. No dé su número de teléfono ni dirección en redes sociales. Evite dar un “Me gusta” a las páginas de Facebook de organizaciones (como su banco o farmacia) para reducir las probabilidades de que un hacker se fije en sus datos.

Protección y seguridad de los datos

Las soluciones y software de seguridad ofrecen una protección con la profundidad y con la frecuencia necesarias. Las herramientas de prevención de pérdida de datos tienen en el radar las vulneraciones mucho antes de que se lleven a cabo. Las soluciones de gestión de amenazas supervisan y protegen los flancos más débiles en Internet. Además, hay software específico para proteger la identidad y gestionar el acceso en diferentes canales y dispositivos.

Implicaciones de las huellas digitales

Repercusión en la vida personal y profesional

Su actividad digital puede afectar tanto a su vida personal como profesional. Muchas relaciones personales han terminado por comentarios controvertidos publicados en la red. Compartir la ubicación pone en riesgo la privacidad. Una foto desafortunada puede dejarle en mal lugar ante su empresa actual y complicarle las cosas cuando busque otro trabajo.

Riesgos y amenazas de ciberseguridad

La huella digital de una empresa puede dejarla más expuesta a los ciberataques. Su tamaño es directamente proporcional a los riesgos. Si una organización conecta varios dispositivos de cada usuario a la red, crece su superficie de ataque. Y la actividad de los proveedores aumenta la complejidad.

Los hackers también utilizan la información personal de los empleados para saltarse los controles de seguridad de una red. Son habituales los ataques de ransomware o phishing que tratan de engañar a los empleados para que revelen datos personales.

Cómo gestionar la reputación

La huella electrónica de una empresa influye de forma decisiva en la reputación de la marca, tanto en Internet como fuera. En este caso, la huella adopta la forma de contenidos, noticias y reseñas de clientes.

Existen muchas opciones para obtener feedback de los clientes directamente desde la fuente. Una reseña furibunda de Google puede alejar a diez clientes potenciales. Los mensajes sin responder en redes sociales y los sitios web mediocres dan una pésima imagen de la marca.

Una de las prácticas que más perjudica la reputación de una empresa es compartir información sobre los clientes u ocultar cómo recopilan y distribuyen estos datos. TikTok es uno de los ejemplos más conocidos de las nefastas consecuencias de dar acceso a información delicada de los usuarios. Aunque un control total y absoluto de la información es imposible, las empresas pueden incorporar profesionales especializados e implementar nuevos procesos para recopilar, compartir y gestionar su información.

Claves para proteger la huella digital

Gestión segura de las contraseñas

Hay que evitar a toda costa que los empleados utilicen la misma contraseña en diferentes canales durante mucho tiempo. Las contraseñas son una de las vías de entrada más fáciles para los hackers y los ciberdelincuentes. Algunas organizaciones imponen medidas que obligan a los usuarios a cambiar las contraseñas cada cierto tiempo.

Una contraseña segura debe tener como mínimo 12 caracteres e incluir letras, números y símbolos para que sea más difícil de descifrar. Un gestor de contraseñas le ayuda a generar, guardar y proteger todas sus contraseñas. Guárdelas en un lugar seguro y cámbielas periódicamente para evitar que su huella electrónica se resienta.

Autenticación de doble factor

Aunque ralentiza un poco el acceso, la autenticación de doble factor aporta un plus de protección. Si los hackers consiguen acceder a la contraseña en un ordenador, la verificación móvil detendrá su avance.

Uso de VPN para mejorar la privacidad online

Las redes privadas virtuales, más conocidas como VPN, ocultan la dirección IP e impiden el rastreo de su actividad digital casi por completo: los sitios web no pueden usar cookies para hacer un seguimiento de sus acciones online.

Recursos para aprender sobre la huella digital

Prácticas recomendadas para gestionar la huella digital

Organizaciones como la Data Protection Commission ofrecen pautas básicas para la protección de los datos e información sobre los derechos. La Universidad de Harvard y Coursera también tienen cursos sobre la seguridad de la información.

Guías y herramientas sobre privacidad digital

En Internet, hay un amplio abanico de guías sobre privacidad publicadas por todo tipo de organizaciones, desde universidades hasta administraciones, para ayudarle a afrontar mejor los desafíos que plantea la privacidad de la información y la huella digital.

Alfabetización digital y uso responsable de Internet

El RGPD establece unas directrices muy concretas sobre qué prácticas pueden aplicar las organizaciones para procesar, regular y compartir información. Organizaciones como DigitalLearn.org, Microsoft y Coda ofrecen cursos sobre cómo mejorar la alfabetización digital y promover unos comportamientos online más responsables.

Es difícil eliminar todo rastro de nuestra actividad digital, igual que es imposible dejar exactamente en el mismo sitio cada granito de arena después de andar por la playa. Sin embargo, una actitud proactiva y comprometida con la seguridad nos ayudará a reducir los riesgos y proteger mejor nuestra privacidad. La clave para disfrutar de una experiencia online positiva y segura es conocer los riesgos y seguir aprendiendo para tomar el control sobre nuestra huella digital.

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